jueves, 1 de marzo de 2012

¿Tienen juguetes "normales"?

Les dejo un lindo articulo para reflexionar acerca de los juguetes que compramos a nuestros hijos....


“Los pendientes de la maestra” es el nombre del último libro de Mari Carmen Díez Navarro, pedagoga española que inaugurará, acompañará y cerrará nuestro 5º Encuentro Internacional de Educación Infantil. Seguimos compartiendo con ustedes un nuevo capítulo, en el que Mari Carmen cuestiona los juguetes.


“El año pasado, en tiempos prenavideños, coincidí con una señora de mediana edad en una juguetería. Iba de una estantería a otra buscando un juguete para su sobrino de 5 años. Según me explicó, quería comprarle un camión de bomberos, un fuerte o un parchís. Después de mucho remover, vi que se dirigía a la dependienta y le preguntaba:-Oiga, ¿pero es que aquí no tienen juguetes “normales”?
y ante el asombro de la vendedora, le dijo en tono quejoso que todos los camiones de bomberos que había visto en la tienda estaban llenos de botones, palancas, sirena y luces; que no había ni fuertes, ni indios, y que hasta el parchís era magnético, sin cubiletes ni dados. Ella insistió, quería un juguete “normal”, que no lo hiciera todo, que permitiera que su sobrino imitara la sirena de los bomberos, o le diera al cubilete una y mil veces para lograr que el dado sacara los puntos que necesitaba. Total, que salió de la tienda con aire enfadado.

Detrás de ella me fui yo, que tampoco encontraba una muñeca que no llorara, no hablara, no eructara o no hiciera pis. Y sí, la verdad es que en estos momentos cuesta encontrar juguetes que se presten a moverse, a inventar y a soñar autónomamente. Juguetes que respondan a la necesidad que tienen los niños de tocar, curiosear, descubrir, expresar, imaginar, relacionarse, conocer y ensayar la vida. Es decir juguetes …”normales”.

…En mi formación y en el ejercicio de mi profesión de maestra, he aprendido que para el niño jugar es una actividad imprescindible. Cuando aprende, disfruta, imita y practica situaciones cotidianas, elabora sus conflictos, se acerca a los objetos y a los demás niños a su ritmo y manera. Jugando conoce su cuerpo, sus posibilidades de movimiento, pone palabras a sus acciones, va dominando la realidad física a su alcance, va captando los sentimientos y emociones de los demás…

En esta multiplicidad de juegos, los juguetes están muy presentes ofreciendo al niño compañía, identificaciones y afecto. De hecho, en todas las épocas ha habido juguetes para los niños. Muñecas de trapo, de loza o de madera; pelotas de piel u otros materiales; casitas de todo tipo; animales tallados; bolas; pequeñas armas; cuencos y otros objetos de uso cotidiano; coches de hojalata; muñecos de cuerda; peonzas… Los juguetes ayudan al niño a elegir, decidir y dominar sus juegos. Un juguete en la mano de un niño se convierte en un compañero a sus expensas, en un obediente intermediario entre su realidad interna y el mundo exterior que conocer y ensayar, y en el que sentirse seguro. El juguete pone cuerpo a los sueños, permite que se materialicen los deseos y ofrece pistas al niño sobre el mundo de sus sentimientos…

Por eso me dan rabia los juguetes que no son “normales”, los que provocan el consumo que dicta la moda del momento, los que dejan al niño pasivo, los que no le invitan a inventar…
Fuente: http://omep.org.ar/article/tienen-juguetes-normales/

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