Después del parto

Los padres de Milagros pasaron su primer noche en el sanatorio junto a su pequeña....es el primer amanecer junto a su bebé y les embarga una enorme felicidad....sin embargo la madre se encuentra cansada, ya que durante la noche quiso tenerla con ella hasta que no dió mas del día agotador de parto y llamó a que se la llevaran a la Nursery para descansar...Le duelen los puntos de la herida...encontrar una posición comoda es toda una hazaña, asi como ir al baño...Disfruta del delicioso desayuno que le traen después de una jornada de muchísimo trabajo fisico y mental. Entre los tres sienten esa intimidad de estar juntos..¡¡al fin!!!

Comienzan las visitas, la alegría de compartir semejante felicidad....durante la tarde la bebe empieza a estar más despierta que las horas previas, se prendió bien al pecho pero pareciera que se queda con hambre; llora, está inquieta. En la habitación hay varias visitas..la mamá se siente desorientada, no sabe como calmar a su hija...las visitas con toda la mejor intención opinan: que se queda con hambre porque no tienes suficiente leche....que ponela así en esta posición, que necesita que la acunen, que tiene dolores de cólicos...etc etc. La mamá tras que es primeriza no sabe ya a quien seguir el consejo y empieza a ponerse nerviosa....

Algunas de estas experiencias se viven en los dias posteriores al nacimiento de un hijo; la enorme felicidad de los padres de ver por fin a su bebé, la sensación de cansancio físico, la revolución hormonal que provoca alteraciones del estado de ánimo, sentimientos de tristeza a veces inexplicables para la madre pero que tienen su base hormonal y en la crisis vital que implica el nacimiento de un bebé con toda la exigencia de cuidado que ello supone...

Entre tantos cambios a los cuales los padres deben acomodarse está el entorno que dependiendo de las costumbres de esa comunidad variará en sus actitudes. En los últimos años hay mayor prudencia tanto en las Maternidades como en la sociedad de limitar las visitas a las necesarias y dejar pasar por lo menos unas semanas para conocer al nuevo allegado. Esto tiene como simple explicación que la mama necesita descansar -dormir-a la par de su bebé para estar en buen estado de salud mental y fisica. Por ello es de vital importancia el apoyo que el entorno le de a la madre -esposo, madre, amiga- porque en la medida que la madre se sienta cuidada podrá cuidar bien de su hijo.

Es importante que la mujer embarazada se asesore sobre lactancia previo al parto y pueda acudir a alguna puericultora o mujer experta ante las dificultades normales que siempre se presentan.

Ni hablar que todos estos procesos se complejizan cuando se produce un parto con complicaciones, o el bebé debe quedar en la Neo por unos días o semanas más. La angustia de los padres y la sensación de vacío de irse a casa sin el bebé son algunas de las experiencias más frecuentes que éstos papás viven.

La preocupación mayor de toda mamá cuando nace su hijo es mantenerlo vivo, por eso está atenta a los controles de peso, a la vitalidad de su bebé y siente un enorme orgullo cuando le dicen que su bebe esta gordo y hermoso. Por que se supone que es ella la que hace que su hijo viva.

Por ello es que cuando un bebé queda a cargo de la Neo estas responsabilidades quedan desplazadas transitoriamente al equipo médico y pueden surgir muchas emociones frente a esto: sentirse desplazada como madre por las enfermeras, sentirse impotente de no poder cuidar ella de su hijo, sentirse culpable, etc etc. La mamá que vive estas experiencias debe conocer que todo esto es normal que lo sienta así y buscar los caminos para estar a solas en intimidad con su bebe aunque sea un ratito al día cuando lo visita.

Un bebé recien nacido necesita del contacto piel a piel con su madre donde siente su olor, la voz y los latidos del corazón que ya los conoce. Ésto le brindará una sensación de continuidad que fue interrumpida por la experiencia del parto.

Cada nacimiento es único y sea en las circunstancias que sean siempre está la felicidad de inagurar ese sentimiento tan sublime de ser madre.

Lic. Paz Muzio